HOY

HOY

 

 

Hoy, ángel mío, te esperamos en esta noche que cubre nuestros rostros de esperanza. Te fuiste mucho antes de que te viéramos, te abrazáramos, de que tuviéramos la satisfacción de observarte y nos reconocieras. Días hace que te separaste de nosotros, pero hoy, en esta oscuridad mágica, sé que vendrás, nos verás y reconocerás. Sabrás que somos nosotros. Tu amor nos tocará de nuevo el corazón, sintiendo que estás aquí.

Mira, hemos colocado ángeles como tú en tu altar. Seguros estamos de que vinieron a iluminarte el camino para el regreso al cielo. Hoy, una vez al año, permiten que bajen y hablen con nosotros nuestros seres queridos. Tú eres el nuestro. Te esperamos, con amor, con esperanza. No te has ido, estás aquí en nuestros corazones, en nuestro recuerdo y en nuestro amor.

Sentimos tu partida y sabemos que fue por nosotros, pero estoy seguro que nos perdonas, que nos proteges. Sí, ángel, lo sabemos. ¡Qué hermoso es sentirte, tu calidez, tu luz, tus sentimientos! Nos quieres tanto como nosotros a ti. Nunca te olvidaremos, eres parte de lo que somos, de nuestra historia, eres parte de esta familia. Siempre lo serás.

Sí, te vemos reír, jugar, gatear, caminar. . . convertido en hombre. ¡Qué galante eres! Gracias, te damos las gracias por estos momentos que nos das, por estas imágenes que solo tú nos brindas. Mis lágrimas caen, mi necesidad de ti se hace inmensa. Siento como tu dedito las enjuaga y me susurras al oído: “No, papi. No lo hagas. Estoy feliz de haber sido parte de ustedes. No llores por mí ni por ustedes. Pronto nos veremos, confía en eso. Muy pronto. Te quiero”.

Todo mi ser se relaja, un amor me inunda y sé que eres tú. Gracias de nuevo, mi hermoso ángel, por venir y darnos paz. Sí, te espero. Aquí estaremos para ti. Siempre.

Derechos Reservados
Fotografía - Alberto Mozqueda
Autora Dayana Rosas S. G.