DAME UNA OPORTUNIDAD V

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DAME UNA OPORTUNIDAD V
EL PLAN

Casiquiare esperó lo más que pudo dentro del cuarto, pero la impaciencia y la desesperación no lo dejaban en paz. Necesitaba saber qué hacía Ava, verla y comprender porqué lo había abandonado en la habitación. No lo entendía. Además,  debía agregar la preocupación por encontrar a la otra mujer de su visión. Se le acababa el tiempo y todavía no la hallaba.

Cerró los ojos, respiró profundo y pensó: primero Ava, ella debe creerme y confiar en mí. Abrió sus párpados, asintió y salió de la cama. Cuando abrió la puerta, la vio sentada en un sofá inmenso con Jaden entre sus piernas. Lo acariciaba y le hablaba dulcemente, como si fuera el mejor amiga que tuviese. Verla de esa manera lo desconcertó. 《¿Quién diría que esta cazadora tuviera una parte encantadora? 》, pensó el chamán.

-¡Que los espíritus estén contigo! -Fue el saludo del humano.
-Hola, Chamán. ¿Has descansado lo suficiente?  ¿Te sientes con más fuerza?
-Sí. Gracias. Es tiempo de que sepas todo. ¿Podemos hablar?

Ava asintió delicadamente. De reojo observó a Jaden, quien le lamió la mejilla con su lengua. Ella sonrió. Casiquiare se sentó en el mismo sofá que ella, dejando muy poco espacio entre los dos. Ella se sostuvo más fuerte al cuerpo de su lobo.

-Ava, no soy de aquí. Vengo de otro país muy diferente de este. De la parte más norte de Suramérica. Allí está toda mi tribu y muchas más. Hace días tuve una visión preocupante, apocalíptica. Mi pueblo está en peligro y este lugar también. -Con su dedo señaló a su alrededor-. Tú estabas en mis visiones,  peleabas a nuestro lado. Me preguntaste por qué Dever me persigue. Esta es la respuesta: él es el culpable de que todo se destruya y de someter a mi pueblo a las peores atrocidades solo para lograr su objetivo. Como yo, también tiene visiones y sé que me ha visto. Por eso me busca. Mi deber es detener todo, aun cuando mi alma deje este cuerpo. Es un honor cuidar a mi pueblo y al tuyo.
-¿Qué no me estás contando, Casiauiare?
-Tuve que crear la ilusión por dos razones:una, él sabe como soy y me buscaría; dos, tu pueblo no es amigable con los que son diferentes, y tenía que averiguar sobre ella: la gran hechicera. Tú y yo debemos evitar que Dever la posea y la obligue.
-¿A qué?  Dímelo todo.
-Ava, todo en su momento. Ahora debemos encontrarla.
-¿Sabes dónde está?
-Lo último que pude averiguar antes de que me atraparas fue que estaba dentro de los bosques nevados.
-La bruja se encuentra allí. Ibas hacia allí. Incluso yo le tengo miedo a esa loca. Historias terribles rondan sobre ella, aunque nunca la he visto.
-Ava, tenemos que hablar con ella. Su sino es espeluznante. Nada de lo que has escuchado de ella es cierto. Ayúdame a ir con ella.
- Está bien humano.

Buscó los planos del bosque. Marcó los sitios en donde sabría que estaría caza recompensas esperándolos. Trazó una línea por el camino más seguro hacia la cabaña de la despiadada bruja. Su corazón se aceleró. ¿Por qué tenía que correr tanto peligro por este humano? No lo sabía, simplemente ya no podía dejar que le pasara nada. Su alma así se lo dictaba,  algo dentro de su mirada la instaba a seguir. 《¿Me habrá embrujado?》, se preguntó mientras clavaba sus ojos en él.

Casiquiare no apartaba sus ojos del gran lobo. Jaden se levantó y se colocó a sus pies, le lamió la mano al chamán. Ava estaba anonadada, nunca se comportaba así. El humano le sonrió mientras lo acariciaba.

-Gracias, Jaden. Por salvarme.

El perro aulló en agradecimiento. Ava se enterneció de tal manera, que el corazón se le colocó chiquito y las lágrimas pujaban por salir. Nadie había demostrado tanta sinceridad para con su amigo. Definitivamente,  algo le estaba pasando y no le gustaba. Se levantó como si le importaba un rábano lo que ocurría.

-Salimos a las 6 de la mañana. Es mejor que estés listo, cabeza hueca. No podemos perder un solo segundo. Cada uno será decisivo -se obligó a decir con la voz rota.
-A esa hora estaré.

Lo escuchó responder cuando pasaba el umbral de su puerta. Al cerrarla, no escuchó nada más,  solo sus sollozos y su corazón acelerado.

Imagen de Internet
Dayana Rosas
Derechos Reservados

 

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