BOTELLA DE CHAMPAGNE
―¿Vienes?
―me pregunta.
―Encantada
―respondo.
Toma mi mano y me adentra en un salón. Está oscuro y de pronto, la tenue luz de las velas encienden la estancia. Una mesa dispuesta con tremenda especialidad. Vasos, cubiertos, bebidas, platos en perfecta simetría y un olor que enamora a cualquiera.
Comemos, conversamos a la luz de las velas. Se respira intimidad y confesiones. En toda la noche no pude evitar percatarme que la botella de champagne no la tocó, ni la sirvió. Mi curiosidad me hace interrogar.
―¿Y para
qué es la botella de champagne?
―Una
ocasión especial merece una bebida especial. Que utilizaré,
especialmente, en tu cuerpo ―sonríe con mirada pícara.
No pude articular palabra. Pero mi cuerpo responde a él, a sus palabras. Y ya no puedo esperar a que ese momento llegue. Sus palabras me pierden.
Derechos Reservados
Dayana Rosas S.G.
Imagen Pixabay - JillWellington
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