LO
RECORDABA
Lo
recordaba, lo recordaba y lo sentía perfectamente en su piel. Las
sensaciones, el tacto, la suavidad. El agua en su piel le recordaba
todo de él. ¿Sueño, realidad? ¿La esperaría o se iría para no
verlo jamás? Escuchaba sus risas en el sonido tenue de las olas, sus
besos, sus confesiones, su necesidad de ella.
Sumergida
en el agua, toda ella lo reclamaba, vivía y revivía los días y las
noches de pasión, de amor, de entrega, de compañía. No podía
esperar más. Tenía que ir a su encuentro. Salió del agua, se
vistió, tomó sus cosas y decidió que valía la pena luchar por lo
que sentían. Confiaba, realmente, en que él no se hubiese ido. ¿Me
habrá creído cuando le dije que no lo quería? Se
había portado como la más fría de todas, pero tenía miedo de que,
al final, fuera él quien la dejara. Pero hoy, en estas aguas, con
las olas en su corazón, se había dado cuenta de que no quería
estar ya sin él.
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Dayana Rosas
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