SIMPLEMENTE A SU LADO
PARTE I
Escuché
muchas veces que la vida te daba sorpresas inmensas, pero jamás
supuse que me la daría a mí. Sin son buenas o no tan buenas,
depende de ti, pero de que sorprenden, sorprenden. Así he quedado
con la pregunta de Víctor.
―Dime,
Lore, ¿estás
enamorada?
―¿Por
qué me preguntas eso?
―Te
noto así, te siento así.
No
supe qué decir, así que no abrí la boca, solo lo miré fijo a los
ojos. Creo que entiende mi respuesta, porque sonríe.
―Y
no es precisamente de tu novio, ¿cierto?
Quizás
el pesar de que él lo supiera, lo notara en mí, hizo que me
colocara a la defensiva. Pero, no
puedo mentirme,
tiene
razón. No es
de mi novio,
sino
del
que
está sentado enfrente de mí.
―Eso
no es problema tuyo. ¿Por qué preguntas, Víctor? ¿Qué ganas con
ello?
―Saber
de ti, entenderte, comprenderte. Me preocupas.
Claro,
claro que le preocupo, pero solo como una amiga más de las tantas
que tiene. ¿Cuál es la diferencia? No lo entiendo. Sin embargo, sé
que es sincero, así que desisto de negarme y, por primera vez en
mucho tiempo, me
abro de nuevo.
―Sí,
Víctor. Tienes razón. Es algo tan complicado que ni sé cómo
explicártelo.
―¿Te
corresponde? ―pregunta curioso. Lo
miro sin entender―.
De quien estás enamorada ―me explica.
―No,
no lo hace. Ni sabe que existo ―miento―. Pero no hace ninguna
diferencia, lo que siento es inevitable y no puedo hacer nada. Por
eso, hoy hablaré con Tomás y seré sincera con él. Esto no puede
seguir así, él merece una mejor mujer que yo. Alguien que lo ame de
verdad. Esa no soy yo.
Sigue
observándome como si quisiera sacarme la verdad, descubrir, a como
dé lugar, quién es el hombre por el que suspiro. ¡No
está ni tibio si cree que diré algo!
Le sonrío con pocas ganas. Me toma la mano, pero se la retiro
inmediatamente.
―¿No
crees que sería mejor que fueras sincera con él también?
―No,
no lo creo, lindo. ¿Por qué? Es feliz cómo y con quien está, eso
no voy a destruirlo. Además, sinceramente, creo que ni le caigo
bien. Así que no, paso de eso.
―¿Es
doloroso no ser correspondida?
La
pregunta me ha sorprendido. ¿Qué le interesa lo que sienta? Por
estos detalles es que no logro sacármelo de la cabeza. Ni siquiera
lo sabe. Quisiera irme de aquí, pero ya. Pienso, pienso la
respuesta. Cierro los ojos y la
busco.
Derechos Reservados
Imagen - Pixabay
Autora Dayana Rosas S. G.
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