MI BARTENDER
PARTE IX
Una semana ha pasado desde cuando nos
fuimos del Londres, la disco a la que nos fuimos a divertir el fin de semana
pasado. Como es de esperarse, no tengo ninguna intención de volver allí mañana,
aunque tengamos estos días libres para festejar. Tatiana respeta mi decisión al
comentarle mi inapetencia de ir al mismo lugar.
―Tranquila, linda. No tenemos que ir al
mismo sitio, ni a la misma ciudad. Sevilla también queda cerca de aquí. Allí
podemos ir.
Repaso una y otra vez las palabras que Mael
me dijera aquel día. Ahora quizás me parece que mi reacción fue desmedida. ¿Por
qué lo hice? No me gusta que me hablen de deseo, de atracción, menos en los
términos que sé él lo estaba haciendo. Algo puede desatarse y me niego a que
sea de la manera en cómo otro quiere que sea, y no como estoy dispuesta a
hacer. Sí, mi miedo: no saber cómo puedo reaccionar ante su provocación.
Moralidad, tontería o lo que sea, pero así pienso. No, no puedo permitirme caer
en un puro deseo, no estoy dispuesta aceptar un juego o ser una aventura de una
noche.
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Derechos Reservados
Imagen-Pixbay
Edición de Imagen José Rodríguez
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